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Argentina
Cambiar el mundo para que podamos “vivir en significaciones y cuerpos que tengan una oportunidad en el futuro” (Haraway, 1995)

lunes

Jules Michelet y Lagrima Luna




¿Qué? (con mucha exclamación)

Parte II

Lecturas de Doña María


Jueves

Esta vez, no se remitía a evocar frases, sino que se zambullía en el increíble océanos de las letras, de nuevas o antiguas lecturas ...esas letras, pasadas, presentes, o atemporales. Frases que connotan sensaciones, sentimientos, ideologías, filosofías -aunque siempre dudo de las llamadas "filosofías de vida"- que alguna vez la cobijaron y la hicieron soñar, y hoy, esos autores, sin saberlo, colaboraban a reafirmarla, en medio de su tan incierto éter presente ...


Jules Michelet
‎" . Es su propio genio, su temperamento femenino.
La mujer nace hada. En los períodos de exaltación, que se suceden regularmente,
se convierte en Sibila. Por amor, en Maga.
Por su agudeza, su astucia (a menudo fantástica y bienhechora)
es una Bruja hechicera que atrae la buena suerte, o por lo menos alivia las desgracias" ...
"La Bruja: Un estudio de la supertición en la Edad Media"






seleccionaleatoria: amor

enlace a seleccionaleatoria
que dijo hace tiempo:

amor: ". desconfío de la gente que no se enamora ."

sábado

Samuel Ruiz ...



Murió Samuel Ruiz
3 de noviembre de 1924- 24 de enero de 2011


Ver nota en Visión 7 Internacional:










Obispo Samuel Ruiz y Subcomandante Marcos,
Chiapas, enero 1995

viernes

Simone de Beauvoir / ¿Qué? (con mucha exclamación)

Parte II

Citas de Doña María

Miércoles
"Tenía razón: yo era responsable.
Responsable de la dulzura y de la dureza de mis ojos,
de mi historia, de mi vida, de mi ser.
Estoy ahí, delante de ti,
y porque yo estoy allí, tú me has encontrado,
sin motivo, sin razón, sin haberlo querido:
en adelante, podes elegir,
acercarte o huir,
pero no podrás evitar que ...
exista frente a tí."

miércoles

¿Qué? (con mucha exclamación).


Parte I
¿Qué cosas dices? - gritaba amargamente Doña María, al toparse con la fría y cruda realidad que estaba decidida a no aceptar. -Juan, pero ¿qué dices?

Nada la haría cambiar de parecer. No podría comprender, cómo era que alguien podría abandonarla en medio de semejante tormenta de llantos, falta de entendimientos, y angustias, siendo que acababan de desarmarla. Quedó como si antes de salir a una gran pelea, o una batalla, alguien, en secreto, la hubiese acuchillado.
No encontraba las palabras, cada vez se sentía peor, y no encontraba las palabras.

Doña María nada sabía de razonamientos frívolos ni logaritmos sentimentales. Ella conocía una sola norma en aquello que muchos daban por llamar amor: la pura y simple sensación estomacal de amor pasional, erótico. Su receta: había comenzado en una placer eterno, ese que la hacía sentirse plenamente mujer, ese que nace de la tierra junto con las flores cada primavera, y que se expresaba en el abrazo tibio -bastante estúpido- del invierno crudo. Ahora era la loca y placentera combinatoria deseo -intacto- ternura, paciencia, y cotidianeidad. Para ella, y a pesar de cada error cometido, cada crisis, cada vez que quizo claudicar, la felicidad estaba allí, ¿dónde sino?

Doña María se sentía básica. Buscaba "entender" lo que aquel hombre, Juan, que ya no era él, sino lo más parecido a aquello que había leído una vez en un libro de filosofía inglesa, "un Leviatán", un huracán de palabras huecas, dolorosas, un ser desconocido en ese preciso instante, intentaba “argumentarle”.

Básica si, pero gran defensora de aquello que creía, casi rozando los limites de “lo tana cabeza dura” como solía decirle su nona desde que era pequeña. Niña que apenas si llegaba a subirse a una silla, y armaba bolsos al pelearse con sus padres y amenazaba con irse, o discutía tenazmente sus ideas más disparatadas entorno a un juego de cartas o de dados.

Doña María no podía encontrarlo, por más que buscara, no lograba encontrar aquel hombre que hasta hacía algunas semanas dormía y despertaba junto a ella de la manera más común. De momentos de mal humor, de momentos con ganas de poseerla, de momentos el hombre caballeresco que atiende a una mujer como si su razón de vida estuviera en, simplemente, verla sonreír.

continuará ...

....Misceláneas de una tarde....

Lo fétido de un todos los días húmedo le recordaba que a veces solo con una frase de algún libro, ya gastado por la propia manía de releerlo, podía expresar todos esos movimientos sísmicos internos que a veces la angustiaban y otras la llenaban de esa adrenalina propia del cosquilleo que muchos llamaban amor, y que ella prefería
-cuando caminaba perdida escuchando en su mente un tema que desearía que sonara así nomás, como en las películas, que saliera desde el cielo lluvioso que la melancolizaba hasta las lágrimas- ponerle nombre o nombres propios....
El amor no era contenido, era forma, una silueta que podía dibujar en el aire con los dedos que significaba tanto amor como belleza; una boca que invocaba con el capítulo 7 de Rayuela, unos ojos reveladores e indagantes de una manera cara-cruz; un pecho en el que se había acurrucado sintiendo, tal vez algo tontamente, que esas eran las aguas del paraíso, y los brazos, la eternidad; su obsesión con las manos acariciándola, esas mismas manos que había pasado horas mirando y enamorándose cada vez locamente; un pubis que la hacía plena al haber logrado atravesar el umbral del reconocimiento para vivir el placer del erotismo, no podía existir otra estrafalaria manera de hablar de amor, para ella las cosas no eran así o de tal otra cosita, eso era el amor. Otra cosa era construir una reflexión en torno a la pareja, eso ya formaba parte de una forma y contenido que entraban en la temporalidad y ahí se acababa el delirio...el cielo ya no emitía acordes, la lluvia comenzaba a mojarla y ya era cosa de mates con sus fieles confidentes....
Pero antes, como el trayecto a veces era largo, volvía a intentar recordar sus marquitas en los libros y canturriaba bien por lo bajo esa melodía que ayudaba a la emoción necesaria que despertaba su memoria.....
L

....dos pasiones, un escritor...

....dos pasiones, un escritor...
...Julio...